El ensayo de PIND (detección del ruido del impacto de partículas) se lleva a cabo para detectar la presencia de partículas sueltas dentro de la cavidad de un dispositivo.
La contaminación por partículas sueltas suele deberse a suciedad, fibras, residuos de soldaduras y otros elementos atrapados dentro de la cavidad durante el proceso de hermeticidad. Las partículas sueltas pueden provocar anomalías eléctricas (u otros problemas físicos), lo que, a su vez, puede ocasionar un funcionamiento anormal de los componentes y repercutir negativamente en su fiabilidad.
Para llevar a cabo el ensayo de PIND, el dispositivo se adhiere al cabezal del transductor. Al calcular previamente la frecuencia de resonancia de la cavidad (que depende de las dimensiones de la muestra), el dispositivo está sujeto a la vibración de dicha frecuencia. Si el dispositivo contiene partículas sueltas con una masa suficiente, al impactar estas con la carcasa o con los elementos de esta, el transductor se activa y las partículas se detectan.
Nuestro sistema de ensayo de PIND permite realizar ajustes de frecuencia hasta un máximo de 250 Hz y puede proporcionar pulsos de choque de hasta 2000 g.